Venezuela arrancó este miércoles ejercicios militares en la isla La Orchila, en el norte del país, como respuesta al despliegue de buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe, en una campaña que el gobierno de Nicolás Maduro denominó “Caribe Soberano”.
“Van a haber despliegues de la defensa área con drones artillados, drones de vigilancia, drones submarinos (...) Vamos a implementar acciones de guerra electrónica”, dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y dijo que Venezuela se defiende ante la “voz amenazante, vulgar” de Estados Unidos.
La televisión pública mostró imágenes de embarcaciones anfibias y buques de guerra desplegados en La Orchila, donde funciona una base de la Armada venezolana.
En los ejercicios, que se prolongarán durante tres días, participan 12 buques militares, 22 aeronaves y 20 peñeros de la “Milicia especial naval”, detalló el vicealmirante de la Armada venezolana Irwin Raúl Pucci.
La isla la Orchila, un territorio de 43 kilómetros cuadrados, se encuentra a 97 millas náuticas del estado venezolano de La Guaira y cerca de donde Estados Unidos interceptó una embarcación pesquera venezolana durante ocho horas el fin de semana.
“Estamos elevando nuestro apresto operacional de caras al Caribe”, dijo el ministro de Defensa.
Estados Unidos desplegó en las últimas semanas buques de guerra en el Caribe sur tras acusar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de encabezar cárteles de droga.
Maduro, de su lado, respondió que Estados Unidos prepara una “agresión” de “carácter militar” contra su país, y aseguró que su gobierno está habilitado por “leyes internacionales” para enfrentarla.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el martes que suman tres embarcaciones con droga que supuestamente zarparon desde Venezuela neutralizadas por fuerzas estadounidenses, mientras Caracas niega nexos con el narcotráfico.
Caracas pidió una investigación sobre el primer barco atacado a principios de septiembre.
“Con respecto a las tres embarcaciones que ellos dicen, no, es que uno no sabe, porque dicen que eso llevaba droga, pero ¿quién vio la droga? Dicen que llevaba fentanilo la segunda (lancha). ¿De aquí, de Venezuela, fentanilo? Es complicado de creer, muy complicado de creer", dijo el ministro de Interior, Diosdado Cabello.
Estados Unidos señala también a Cabello y a otros altos funcionarios de formar parte del supuesto Cartel de los Soles.
Maduro pidió en las últimas semanas a la población que se alistara en la Milicia Bolivariana, un cuerpo castrense compuesto por civiles, y llamó a reservistas, milicianos y jóvenes a ir a los cuarteles para “aprender a disparar” y “defender la patria”.
En Fuerte Tiuna, un enorme enclave militar en Caracas, ómnibus y autos llegan con voluntarios de toda la capital. Vestidos de civil o con uniformes paramilitares, a veces portan algún símbolo o distintivo perteneciente a su grupo: compañía eléctrica nacional, “motociclistas socialistas”, “Grupo de Combate de la Alcaldía de Caracas”, administración penitenciaria o televisión pública.
Si los estadounidenses “vienen con sus máquinas de guerra, los recibiremos con plomo” en Venezuela, dijo Pedro Arias, de 62 años, uno de los miles de voluntarios que respondieron al llamado de Maduro para adiestrarse ante lo que considera una “amenaza” de Washington.
Victoria, de 16 años; Maikel, de 20; José, de 18; y Miguel, de 17, todos miembros de la organización progobierno “Futuro”, dicen que quieren “aprender” para poder “defenderse de los gringos” con “los puños si hace falta”.
Desde la explanada monumental, los voluntarios son transportados al campo de tiro. En la entrada, se exhibe un tanque con la leyenda “Independencia o Nada”.
Maduro anunció el despliegue de 25.000 efectivos de las Fuerzas Armadas en las fronteras, así como un plan de defensa. La milicia cuenta con aproximadamente 212.000 efectivos, además de los 123.000 soldados de las otras cuatro ramas de las Fuerzas Armadas.
Tras el fracaso del movimiento y la rápida renuncia del recién asumido presidente, Pedro Carmona, Chávez regresó en helicóptero a Caracas y fue restituido poco después. El golpe terminó fortaleciendo a Chávez y a su movimiento, cuyo liderazgo fue heredado en 2013 por Maduro.