Venezuela descendió cuatro puntos en el ránking mundial de libertad en internet elaborado por la organización Freedom House, pasando de 30 al 26 unidades de 100 posibles, y ubicándose entre los 10 países con peores condiciones digitales del mundo.
El país se encuentra por encima de China (9), Myanmar (9), Irán (13), Rusia (17), Bielorrusia (20), Cuba (21), Vietnam (22), Arabia Saudita (25) y justo debajo de Sudán (27).
El informe “Freedom on the Net 2025”, publicado este miércoles 12 de noviembre que evalúa el periodo comprendido entre el 1 de junio de 2024 y el 31 de mayo de 2025, advierte que la libertad digital en Venezuela “declinó significativamente” durante el último año, en el contexto de la elección presidencial de julio de 2024, según reseñó Monitoreamos.
Según el documento, el gobierno de Nicolás Maduro desplegó una campaña contra opositores reales o percibidos, bloqueando medios independientes, plataformas de comunicación y herramientas para evadir la censura.
Dominios bloqueados
La organización no gubermental VE sin Filtro reportó que más de 200 dominios fueron bloqueados entre julio de 2024 y enero de 2025, coincidiendo con el inicio de la campaña electoral y la toma de posesión de Maduro.
Entre los sitios censurados se encontraban páginas creadas por la oposición para publicar sus propios conteos de votos.
Al cierre del periodo evaluado, 61 medios digitales independientes seguían bloqueados, junto con plataformas como X, Signal, YouTube, TikTok y Telegram. También se restringió el acceso a herramientas para evadir la censura.
Manipulación
El informe también documenta una intensificación de las operaciones de manipulación digital por parte del gobierno, incluyendo “campañas de desinformación”, “ataques a la oposición” y “uso de cuentas falsas para amplificar narrativas oficialistas”.
La oenegé Cazadores de Fake News calificó estas acciones como “superiores a episodios de años anteriores”.
En noviembre de 2024, la Asamblea Nacional aprobó la Ley Simón Bolívar, que permite imponer multas y revocar licencias a medios digitales que “promuevan” sanciones internacionales contra Venezuela.
La redacción ambigua de la norma generó preocupación por su potencial uso para criminalizar la cobertura informativa sobre medidas internacionales.
Asimismo, en agosto de 2024 se aprobó una ley que faculta al Estado a disolver organizaciones no gubernamentales que incurran en “discurso de odio”, “fascismo” o actividades políticas, conceptos vagamente definidos.
La mayoría de los medios digitales que aún operan en el país están registrados como organizaciones sin fines de lucro, lo que los deja en situación de riesgo.
Tras las elecciones, el gobierno activó una nueva función en la aplicación estatal VenApp, que permite a los ciudadanos denunciar protestas y expresiones de disenso.
Aunque Apple y Google retiraron la app de sus tiendas, su archivo APK sigue disponible, y el Gobierno de Maduro promueve su uso como herramienta de vigilancia social.
Durante el periodo cubierto por el informe, numerosas personas fueron detenidas “arbitrariamente” por expresar opiniones en redes sociales o aplicaciones de mensajería.
Algunos fueron desaparecidos forzosamente, como el defensor de derechos humanos Carlos Correa, director de la organización Espacio Público, quien estuvo desaparecido durante ocho días antes de ser liberado en enero de 2025.
Internet controlado
Freedom House advierte que “internet está más controlado y manipulado hoy que nunca”, y que las condiciones se deterioraron en 27 de los 72 países analizados. Venezuela figura entre los casos más preocupantes, junto a Kenia y Georgia, mientras que China y Birmania siguen siendo los entornos más represivos del mundo.
En el caso de Venezuela, el informe concluye que el Gobierno cerró casi todos los canales de disenso político, restringido libertades civiles y “criminalizado la expresión digital”, en un contexto de crisis humanitaria y migratoria que continúa agravándose.
Fuente: Monitoreamos
