Más de 3.200 refugiados de un puñado de países de Latinoamérica han llegado a Estados Unidos bajo el programa de movilidad segura, una iniciativa del gobierno de Joe Biden para disuadir la migración por la frontera sur.
Esta cifra de admisiones contrasta con las más de 100.000 personas que se han inscrito al programa, gestionado a través cuatro oficinas de la región, ubicadas en Colombia, Costa Rica, Guatemala y Ecuador, según datos entregados a EFE por un portavoz del Departamento de Estado.
El portavoz no detalló las nacionalidades de las personas que han logrado entrar a EE.UU. como refugiados bajo este programa. Sin embargo, las oficinas de movilidad segura en Colombia, Costa Rica y Ecuador solo atienden a los nacionales de Cuba, Haití, Venezuela y Nicaragua.
La oficina de Guatemala, por otro lado, permitió la inscripción de salvadoreños, hondureños y nicaragüenses hasta el 10 de agosto de este año y a partir de entonces solo se pueden registrar guatemaltecos, según explicó el portavoz.
En total, a 15 de diciembre, unas 11.000 personas fueron remitidas desde las oficinas de movilidad, administradas junto con la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), al programa de refugiados de EE.UU. A su vez, unas 9.000 fueron remitidas a otras "vías legales" para migrar al país norteamericano.
Washington espera aumentar "de manera exponencial" la llegada de refugiados de la región "a medida que las oficinas de movilidad segura alcanzan su plena capacidad operativa", detalló el portavoz a EFE.
"Nuestro objetivo sigue siendo crear un proceso rápido y seguro para las personas que cumplen con los criterios necesarios para ingresar legalmente a EE.UU.", subrayó.
La Administración demócrata ha intentado promover "vías legales" para la migración a EE.UU., al mismo tiempo que ha restringido el acceso al asilo en la frontera con México.
Todo el continente americano está registrando cifras elevadas de movimiento de personas, con más de 21 millones de personas actualmente desplazadas, según datos de ACNUR.
Cientos de miles de personas han llegado en lo que va de año a la frontera sur de EE.UU., la primera economía del mundo, en busca de mejores oportunidades y huyendo de profundas crisis sociales y políticas en países como Venezuela, Nicaragua o Haití.
EFE